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Arquitectos: Estudio NVDS
- Área: 221 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Ignacio Rodríguez, Miguel Ángel Rosas, Estudio NVDS
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Durante mucho tiempo este casco de vivienda del fraccionamiento de Juriquilla estuvo abandonado e inconcluso; el inmueble data de cerca de 20 años de construcción y la familia nos invitó a concluir la obra. Después de decidirse por rehabilitar la propiedad, la intervención se encontró con el reto de un proyecto con vocación de estilo “californiano”. Fieles a los principios de no-escenografía y no-romanticismo-explícito, decidimos reinterpretar la propuesta en su totalidad y conjugar los espacios existentes con una solución más introvertida y discreta, provocando un viraje en su materialidad e intención original. La obra mostraba una fachada enrejada que negaba una posible división entre la estancia y la avenida principal de alto tráfico vehicular, así como elementos y columnas escenográficas sin vocación estructural.
En respuesta se optó por sustituir dichos elementos; las rejas fueron reemplazadas por un muro que generaba privacidad al interior de la casa, y las columnas y estructuras falsas del domo interior fueron eliminados y reemplazados por una cúpula sutil capaz de traer luz dentro del oscuro centro de la casa. Las columnas del portón hacia el jardín comprometían las proporciones de la estancia, así como la imagen del jardín principal, por lo que se extendió la terraza y se sustituyeron las columnas cilíndricas de concreto por perfiles de acero que envejecerían dignamente con la casa. Igualmente, se delineó el acceso peatonal limitándolo con un muro divisorio al jardín principal. El resultado dosifica el programa en 3 nuevos espacios sugerentes y consolida la búsqueda de privacidad de la nueva propuesta; jardín de acceso (hallazgo), jardín principal (deleite) y jardín trasero (privacidad).
Finalmente, se optó por hacer de los materiales un argumento que unifica las nuevas articulaciones espaciales a través de la similitud y discreción de su tectónica. El eje rector fue el barro blanco de la localidad. Alineado a este se propusieron materiales similares como cemento pigmentado-rosado para el acabado exterior, canteras locales claras, gravas, concreto pigmentado-amarillo para el interior y madera de pino natural en espacios especiales. Desde la herrería hasta los muebles de concreto precolado rojo, la casa es artesanal en todos sus rincones.
Finalmente, grandes claros de vidrio compensan el carácter rústico de los materiales sólidos para recordar su temporalidad en el seno del siglo XXI y permiten al interior tener un diálogo permanente con sus generosos jardines exteriores. Con materialidad, solidez y transparencias puntualmente administradas se permiten nuevos remates; remates que hablen de un nuevo lenguaje que prioriza la jardinería sobre el estilo sobrio de la construcción, remates que invocan recuperación de la experiencia humana sobre la arquitectura como objeto-imagen.
Casa Mason es un ejercicio de encuentro entre la sobriedad de la arquitectura moderna hereditaria de lo sencillo y lo diáfano, en comunión con el collage obligatorio de la postmodernidad y su continua búsqueda de identidad. Se nota, por un lado, la identidad como sugerente en los materiales locales que coquetean con lo tradicional y autóctono, escapando a lo trillado. Por el otro, la postmodernidad se juega en la sobriedad de las formas y la complexidad del fondo; la liquidez amorfa y sutil que problematiza, pero proporciona el claro de nuevas posibilidades de mexicanidad.